sábado, 17 de marzo de 2012


Nunca en mi vida eh conocido a alguien al que le haya pasado lo mismo que a mi, en persona.  Hace unos dias escuche un podcast en la NPR.  No importa tanto de que se trataba o quienes estaban presentes, lo importante es que una de las personas en el podcast tuvo una experiencia como la mia.
Te preguntaras, blog, a quien pitos le importa lo que te haya pasado a ti, capullo?  Pues veras,  no se.  Digo esto porque sentirse especial es a veces la unica forma que tenemos para ser felices.  Aunque ser especial signifique serlo por alguna causa o evento fuera de nuestro control.  Entonces, cuando algo pasa y pasa fuera de nuestro control, y esto nos hace en cierta forma "especiales", uno tiende a sentirse como que esta fuera del circulo donde a las personas les pasa su vida normal con sus eventos normales y cuando a uno le pasan esos eventos normales como; ir a la escuela y graduarse y tener muchos amiguitos.  entonces uno se siente normal y sin necesidad de ser especial.
Entonces a veces, lo que sea que nos haya hecho especiales fuera de nuestros deseos puede ser cambiado.  este rollo que te voy a contar, es una de esas ocaciones.

Todos de niños tuvimos la mala maña de andar usmeando los rincones de nuestras casas.  Sera el sentido explorador o que se yo.  Tal vez la necesidad de explorar a pequeña escala es saciada al abrir un cajon en lo alto de algun ropero o armario y encontrarse algun retrato viejo o algun artefacto extraño.  Nada mas gratificante que encontrar una fotografia del tio fulanito con pelo y la tia sutanita con sus shorts azul cielo sentada sobre un camaro 86 con una sonrisa del tamaño del mundo.  Ese tipo de sonrisas que la edad no le roba a nadie, ni los años le cansan.  O la foto de los tios y tu madre sentados montados sobre un tronco en algun rancho del que solo haz oido en historias y que tiene tanto peso que casi, casi se puede sentir la melancolia empujar de lado el ameno aire del cafe de las siete.
Cuantas veces no quise encontar tesoros que pudiera vender o canjear por riquezas en alguna casa de empeño.  Esas ideas desvanecieron cuando me contaron la pelada de cuero que le dieron a uno de mis tios por ir a comprar chicles y canicas a la tienda de la esquina con la coleccion de monedas de plata de alguno de los tios-abuelos que tenian mas de muertos que el mismo Pancho Villa.
Y como no sentirse atraido, al menos en mi caso.  Creci en una casa con tantas historias y con tantos triques, que el pensar en que no habia algun tesoro en esa casa seria como pensar que el titanic se hundio y todos saltaron barco con sus carteras bajo el brazo. Algo tenia que encontrar.  Mi abuela suele rematar sus historias, justo cuando sabe que te tiene con ansias de saber el final o ver evidencia, con su legendario "por ahi tengo una foto" o "tu tio (insterte nombre) se lo llevo" o el que mas me mata "tenia muchos, muchos, pero los queme el otro dia, para que quiere uno tanta basura".  Entenderas pues, Blog, porque me era vital encontrar todo lo que pudiera.

De los muchos lugares que habia en la casa, varios eran minas de oro de las cuales yo sabia podia encontrar tesoros familiares.  En el pequeño closet arriba del armario del cuarto "de estar" habia sido uno de mis lugares favoritos, encontre un set de legos raros de los ochentas que se unian con palitos de plastico y ruedas de goma.  Ahi tambien estaba la coleccion vieja de muñecas de una de mis tias y varios años despues encontre un modelo de un navio de la segunda guerra mundial, con sus torres intactas y hasta botes salvavidas.  Estaba tambien el armario de mi abuelo, sagrado como la ostia del papa.  Ahi no tenia prohibido ir, pero mi abuelo juraba que el no tenia nada que guardar mas que sus recuerdos.  Oh, tan cierto como siempre.  En su armario encontre una vieja guitarra electrica con un amplificador viejo, guitarra a la que le faltaban dos cuerdas y dos estaban inversas.  ahi guardaba sus dibujos de su juventud y recortes de periodico de eventos en los que estuvieron cualquiera de sus seis hijos.  Una foto de su boda, con mi abuela tan guapa y con su sonrisa picara y el tan recatado como siempre le conoci ser.  Estaba tambien la vitrina de el comedor, con sus puertitas pequeñas que al abrirlas sentia uno como si se fueran a desbordar los tesoros y ni el portero mas agil del mundo podria atraparlos todos a tiempo, la pantera rosa, circa 1979, siempre acababa en el suelo.  Era de goma.

Pero de todos los lugares en la casa, el santo grial para mi era el closet de mi abuela.  En ese closet encontre ropa hilarante de epocas que a mi edad resultaban menos creibles que la era de hielo.  Unas arracadas raras con clores paste y otras que tenian piedras color turqueza y chapadas en oro.  Encontre tambien la coleccion entera de figuras de Disney, claro sin pintar todas y como tres campanitas repetidas.  Dentro de ese close estaba el baul mas sagrado de todos, con las esquinas oxidadas y los remaches que servian mas de adorno que para proteger el contenido.  Ahi sabia yo que mi abuela guardaba las fotos mas importantes y los recortes de periodico mas elogiadores. 

Cuando Indiana Jones levanto aquel totem de oro de su pedestal, lo unico que sabia es que habia una trampa, aun asi no imagino como o de que magnitud seria esta trampa.  Digo esto, pues todo tesoro tiene un precio.  Seria una tarde de abril o mayo, grabadisima en mi memoria como es, aquel dia mi abuela estaba en su cuarto y sobre su cama mil hojas color orines con rayones o alguna impresion desgastada de lo que supongo era una fotografia.  Aquel dia ella salia a visitar a no se quien y a no se donde y como era costumbre a mi me tocaba quedarme a cuidar la casa y a mi tia minusvalida (o seria que ella siempre me cuidaba a mi? total).  Habiendose ido mi abuela de pata de perro, yo me dispuse a pasar el rato.  Ya tu sabes, jugando algun videojuego o imaginando a Ryoga y a Seiya por fin llendose al carajo para darle paso a Shiryu para vencer a todos con un dragon ascendiente o lo que fuera que usara en ese momento.  Despues de cuatro casas sagradas y estar atorado con el megaman X, me cayo el veinte de que el baul de la abuela estaba ahi, como siempre, con montones de tesoros. 

Dada mi corta edad y mi problema desde el nacimiento de tener brazos de espaguetti, tuve que abrir el dichoso baul dentro del closet entre vestidos de domingo de mi abuela y sudaderas de los nuggets de Denver.  Yo no tenia idea de que habria trampas.
La historia que oi hace dias en la radio era acerca de un tipo que sabia de la muerte de su padre, como muchos sabemos o sabremos cuando suceda.  Lo que el no sabia es como habia sucedido.
Ojeando entre pagina y pagina, una me llamo la atencion,  simplemente porque tenia renglones de oficina raros y el sello del IMSS.  Mi madre trabajo en el IMSS.  decidi levantarlo pues, hasta este punto en mi vida, todos los documentos con estas caracteristicas hablaban sobre mi.  Pequeños pedacitos de mi, como habia roto una pierna o la vez que pase semanas vomitando mis entrañas o lo que fuera que me hubiera pasado y yo no recordara, lo mas seguro estaria escrito en uno de estos papeles, y esto si que no lo recordaba. No hay nada mas frio que un reporte medico, porque mientras al leer 'tibia rota expuesta wachuwa' o lo que fuese y podia tocar mi pierna donde habia sucedido, nunca lo habia tenido que leer sobre alguien mas.

Habia un nombre al tope de los renglones, acompañado de la leyenda NOMBRE, pero no era el mio.  El segundo nombre si era el mio y de los apellidos solo uno era mio.  Hasta donde se, a mi padre solo le dieron dos nombres y de los dos el me dio el segundo mi madre aporto el otro.  varios datos irrelevantes y aburridos en ese momento.  Pero, aqui estaba, una pieza de papel con historia de alguien a quien yo no conocia ya y nunca lograba recordar, mi totem de oro.  Con una trampa.  Con demasiada historia.  Y leeia:

"Trauma craneoencefalico"

Que demonios era eso?  trauma?  craneo que?  otros sies o siete renglones habia debajo con una explicacion y otros terminos que no recuerdo pero daban la idea de un golpe, sangre, muerte.  Tuve que detenerme, detras de esa hoja habia otra, con cuatro nombres y solo uno era mio, mi segundo apellido. 

Solo recuerdo haberme sentido solo, con ganas de abrazar a mi abuela y de quedarme quietecito por un buen rato y pensar que no habia necesidad de tocar mi craneo para ver si encontraba el encefalo y checarme a ver si no tenia un trauma, lo que quiera que sea eso.  Pero no era yo.   Hasta ese dia habia entendido que mis padres estaban muertos, lejos.  Se habian ido hacia tanto que no los podia ni imaginar, pero ahi estaban sus nombres en hojas de tonos manila y de esquinas arrugadas.  Nunca supe que hacer de eso, despues entendi que significa 'defuncion' y que el encefalo no se puede tocar asi nada mas.  Pregunte a mi abuela sobre esto y ella me confirmo que sabia de como habia sucedido pero que habia sido uno de mis tios el que identifico los cuerpos.  A ese tio nunca le eh podido preguntar sobre eso, tal vez porque seria cruel o simplemente porque no quiero saber. 

Asi le sucedio al tipo de la radio y asi me sucedio a mi.  Ahora, creo que al menos una persona en el mundo entendera lo que significa saber y no saber, en mis terminos, en mi vida.